La selección colombiana de béisbol se consagra campeona de los XVIII Juegos Bolivarianos en el diamante del Estadio Esperanza.
El partido final, que estuvo muy reñido, terminó con marcador 6–4 a favor de la novena colombiana, dejándole el segundo lugar a los panameños.
La primera entrada la encabezó Panamá, sin anotar ninguna carrera. Seguida, Colombia tuvo varios intentos pero terminó el marcador 0 - 0.
Al cierre del segundo inning, los colombianos lograron anotar una carrera a cargo de la figura del equipo: Jorge Alfaro, y al parecer esto fue una alerta para los panameños pues en su siguiente turno de batear anotaron 3 carreras con Adolfo Reina, Jorge Bishop y Edgar Muñoz y así tomaron la delantera en el marcador.
La tribuna empezó a sentir la tensión y a animar a los jugadores colombianos, que en su siguiente turno de bateo anotaron 4 carreras frente a los ojos atónitos de los espectadores que estaban viéndolos dar lo mejor de sí para alcanzar el anhelado oro.
La jornada siguió sin cambios hasta el octavo inning, cuando el panameño Edgar Muñoz entró al Home alcanzando la quinta y última carrera para su equipo. En esta misma entrada los colombianos anotaron también la última carrera que los llevó a ganar la medalla dorada.
El equipo anfitrión destacó todo el torneo: en su primer encuentro vencieron a los salvadoreños 7–2, en la segunda competencia a los panameños 2–0, en el tercer partido la victoria fue sobre Perú, logrando 8–0 en el marcador y contra el seleccionado venezolano se impusieron con un 2-0.
Al final, la selección venezolana tuvo que conformarse con el bronce, dejando a El Salvador y a Perú afuera del podio.
A las 4:00 pm ya había largas filas de personas esperando para poder ingresar al estadio; a las 6:30 los jugadores estaban en la cancha para el encuentro entre Colombia y Venezuela.
Si había alguna duda que la novena panameña venía a los Juegos Bolivarianos por el oro en béisbol hoy quedó despejada.